DARSE CUENTA

Dices que soy malvada
¿Soy malvada por soñar tus sueños?
¿Malvada?
¿Por suspirar tus suspiros?
¿Malvada?
¿Por vivir con tus latidos?
¿Malvada?
¿Por quererte sin tu permiso?
¿Por pensarte sin que lo sepas, por esperarte sin que lo quieras?
Si… malvada yo.







DARSE CUENTA


Se llevó las manos a la cara.
Comenzó a llorar.
las lágrimas cayeron
una tras otra
sin detenerse
Luego la risa histérica,
luego el llanto.
Risas y llanto

Había comprendido por fin.
Lo amaba
Y rió…
-¡lo amo!- gritó por fin
-¡cielos…lo perdí!
Susurro entre gemidos.



MARISOL



AMOR

Tal vez fue amor…

Si la indiferencia fue alguna vez amor.
¡Ay, cuanto me amaste!

Si tu silencio fue alguna vez fue caricias.
¡Ay como ardió mi piel!
Si el dolor que hoy me causas fue alguna vez,
Noches de pasión
¡Cielos cuantas noches sin dormir!

Si tu olvido fue alguna vez ternura.
Si tu indiferencia amor
Tu silencio caricias y el dolor placer.
¡Ay!, entonces…tal vez si fue amor
Tal vez… si me amaste…tal vez…






IMAGINACION

Lo imagino y al hacerlo
Lo miro, al mirarlo sonrió.
Y al sonreír mi piel se estremece.
Creo sentir el roce de sus manos.
Sus manos que embriagan mis sentidos con su perfume,
Con el olor de su piel.
Piel que ansía mi cuerpo
Y en el silencio ceo oír su voz.
Dice mi nombre.
Me llama…dice que aún me ama.

Dura crueldad.
No es su voz, no es el roce de su mano,
Ni el olor de su piel.
Fue solo…mi imaginación.

UNOS POEMAS...

¿Y si fue amor?


Tal vez vuelva a querer mi corazón
Y quizá sienta ternura
cuando mis ojos en otros se reflejen.
Tal vez, mi cuerpo se estremezca alguna otra vez
con el roce de otras manos.
Tal vez, vuelva mi mente a soñar
Al escuchar palabras de amor
De otra voz que sepa a mi alma llegar.

Pero te aseguro, mi señor.
Que nadie como tú me hará amar.
Ya que de ti aprendí, que
Querer y amar no es lo mismo.
Podré volver a querer mil veces
pero jamás mi amor …volveré a amar.

Puedo afirmarte, mi rey
Que se estremecerá mi cuerpo
Pero nunca más mi ser.
Por que ambos aprendimos
el cuerpo no hace el amor,
Con tanta intensidad como el alma.

Y te confirmo mi amor,
Que volverá mi mente una y otra vez a soñar.
Pero como ambos lo hicimos
loca y apasionadamente a mundo únicos y llenos de amor.
Mi señor, mi rey, mi amor.
Así… nunca otra vez.





Besos en la boca.

de continuo en el silencio de un mar que calla.
Se agita mi soledad y apaga mi tormento.
Olas que vienen y van
que rompen una vez mas mi paz.

El sol que seca, los recuerdo de lo que alguna vez fue.
Y yo que quiero ser.
Que deseo acariciarte
Como ese mar a la roca
Pero no con mis manos,
por que ellas solo tocarían tu piel
deseo ser hálito y rozar así tan siquiera
un breve instante tu alma.
Aunque de a cambio la mía por la eternidad

Pero el sol te ha acariciado más veces que mi voz.
Y la lluvia te ha besado más de lo que lo hicieron mis labios.

Noche oscura que agita una vez mas
Los recuerdos de una magia que desapareció
Al romperse el cristal del espejo que nos unía
Besos en la boca que se borran
Al amanecer.







CRECER

Hoy te digo que no estas solo.
Que te acompaña mi sombra.
Que no es el silencio lo que te rodea en tu noche.
Es el viento que lleva consigo mi respiración.
Hoy te digo que puedes crecer, de la mano del dolor
Pero crecerás mas, tomado de mi mano.







DUDO

Dudo de que sea amor lo que dices sentir por mí.
Dudo que quiera el sol darme su calor.
Dudo que calme el mar mi soledad.
Dudo que sean solo para mi tus caricias
Aunque de ellas dependan la luz de mi infierno.
Dudo,
Y es lo que me lleva a esta agonía
De no sentirte mío.
En esta oscuridad que produce la noche
Dudo que algún día
Vuelvas tus labios a mi boca besar.
Dudo de la sal del mar.
Se asemeja a lágrimas
Su agua cristal que tal vez alguien
En su dolor, dejó fluir hasta ti.

POEMAS PARA COINCIDIR



Comprende… acepta

Acepta… que a la distancia
y a pesar de ella te he amado.
Comprende… que en contra del destino
y gracias a él hemos coincidido.

Entiende… que fue tu voz la que tocó mi corazón
por ella nació éste amor.
Y por ti se terminó.

Comprende…
Que si te vas nada mas quedará.
Que se confunden los sentimientos y se pierden en el tiempo.
Acepta…que no me amaste.
Mientras que yo lo hice hasta el final y después de él.

Acepta…que fue historia éste amor
Y es presente tu indiferencia.
Y por ella es que muero.

Entiende… que nadie te amará
Con tanta fuerza como el mar.
Con tanta intensidad como el sol.
Tan apasionadamente como la primavera
Tan verdaderamente como lo hice yo.






PERMANECER DE PIE

He comprendido que no hay amor que sea perfecto
Hombre que sea príncipe, mujer solo dulzura
Todos fingen…todos fingimos.
Solo que unos continúan luchando a pesar de saber la verdad.
Y casi ninguno logra permanecer de pie, después de la batalla.







RECORDANDOTE

Hoy te recordé y al hacerlo sonreí.
Aún no sabrás las veces que en esas noches
Hablando de todo y de nada,
mi mirada buscó la tuya
sin ser acariciada por una respuesta.


No entenderás de las veces
que lastimé mis labios
para no gritar “te amo”.
No comprenderás jamás
Que en cada uno de mis silencios, había lágrimas
Que vos no supiste consolar; o no quisiste
O tal vez no te importó.
Ya no sé.

Jamás entenderás
De las veces que al decir tu nombre
Le seguían en mi corazón
Las palabras “mi amor…mi vida”

Y no sabrás lo que sintió mi ser
Cuando repentinamente, el teléfono dejó de sonar.
Y las palabras entre nosotros comenzaron a sobrar.
Por que ya no teníamos de que hablar.
Hoy te pensé…cosa extraña.
Porque aprendió mi corazón a olvidarte.


MARISOL

UN AMOR MAS


La noche estaba fría, pero a él no le importaba. Necesitaba caminar y más que nada olvidar, olvidarla en realidad.
Subió mas el cuello de su saco, colocó las manos en los bolsillos del pantalón.
Continuó su paso.
Miró para ambos lados antes de cruzar.
Igual no había nadie en la calle a esa hora… “con este frío”- pesó
Cualquier pensamiento vano, que le llenara la mente era mejor que pensarla. Patio una lata.
Hacía un año que la conocía. ¿O hacía mas tiempo? No era bueno para recordar fechas.
Solo recordaba que había sido un domingo. Se sonrió.
¿Por qué había entrado a ese lugar? ¿La buscaba a ella o a alguien más? – “que idiota”- se respondió.- si a ella aún no la conocía.
Había sido un domingo aburrido como tantos otros, solitario como la mayoría de sus días.
¡Maldito frío! Su voz se perdió a lo lejos y la noche repitió su eco.
Vio la luz de un bar. Se apresuro en llegar.
Sus ojos se abrieron más grandes haciendo un esfuerzo por divisar si continuaba abierto o no.
Con el viento no lograba distinguir mucho.
No le quedó otra, más que acercarse.
¡Qué bueno estaba abierto!
Entro.
Que calido se estaba ahí dentro. Busco una mesa. Solo dos o tres estaban ocupadas.
Hizo una señal con la mano y se acercó un mozo con cara de cansado.
Se quitó el saco lo colgó en el respaldar de la silla en la que estaba sentado y le pidió un café.
Había sido una larga noche. Tantas noches habían sido largas. Aunque junto a ella todas habían sido demasiado cortas.
Miró por la ventana, parecía que comenzaría a llover.
Le gustaba verla caminar bajo la lluvia, cada vez era especial para ella. Parecía que nunca se cansaba de las gotas de agua que el cielo le regalaba.
Tampoco se cansaba cuando él le leía. Sonrió nuevamente.
La recordó con los ojos cerrados, recostada junto a su cuerpo mientras él leía. Cuando creía que se había dormido y dejaba de hacerlo ella decía – continúa por favor…- su voz sonaba casi como un susurro.
- ¿Aún no duermes amor?- preguntaba con su garganta seca.
- No. Anda vida léeme un poco mas…porfa…vida continúa.—
Y sabía exactamente que decir y como hacerlo. De modo que a él le fuere imposible negarse. Y continuaba leyendo hasta que en algún momento ambos se quedaban dormidos.
- su café. – el mozo lo extrajo de sus pensamientos, del recuerdo del calor del cuerpo femenino junto al suyo. El olor de su piel aún continuaba en él.
Rozó las palmas de sus manos entre sí.
Es que parecía que aún podía sentirla. Cerró sus ojos, así lograba escuchar su risa, veía su mirada. Le gustaba la forma en que se acomodaba perfectamente en el cuerpo de él. Parecían ser dos mitades de una misma pieza.
Las veces que le dijo “te amo” y ella callaba.
Estaba herida lo sabía.
Algún idiota la lastimó, rompió sus ilusiones y su corazón también.
Deseaba ser quien lograra borrar cada una de esas tristes huellas.
Levantó la cuchara, revolvió el café. Llevó el posillo hasta su boca, tomó un sorbo. Estaba bien.
Le fascinaba como lograba hacerlo sentir. Como tocaba su cuerpo, como algunas veces las cosas mas insignificantes la hacían sonrojar y como otras era tan atrevida. Como jugaba a seducirlo y como él fingía ser inmune a sus encantos (algo imposible en verdad)
Sonrió de nuevo. Y esta vez su sonrisa fue amplia.
- “Te amo”- decía él
- “Je t’aime” – decía ella
Le dolía que lo hiciera así.
Pero en ese momento creyó que eso era mejor que nada.
No lograba comprenderla siempre lo sabía.
A veces era dulce, cariñosa, lo cuidaba y aunque no le decía en español que lo amaba. Hacía cosas que le demostraban que así era.
Cuando se alejó de ella creyó que moriría.
Un par de veces la llamó, hasta que por fin opto por borrar su número. Tomó su teléfono en ese momento buscando algún rastro olvidado de ella.
Pero no.
Nada.
En un arranque de locura o de lucidez había borrado todo lo que hacía que la recordara.
Sus mensajes, su número y hasta las canciones que una vez fueron de ambos.
Moría por escuchar su voz, por saber de ella.
No lo haría. No la buscaría.
Tal vez era dignidad o solo orgullo. ¡Quien sabe!
Debía resignarse.
De seguro la había lastimado. Con certeza ahora el idota era él.
¿Pero ya que?
No resulto. No era el tiempo ni el lugar. Tal vez ese amor que él creyó especial fue solo un amor más en la historia de la humanidad.
Y en un tiempo nadie lo recordaría ni él, ni ella.
O quizá nunca fue amor. ¿Fue amor?
Ella decía que no, que él jamás la había amado.
Pero…
- La cuenta.
Buscó en uno de los bolsillos del pantalón. Sacó un billete, lo colocó en la bandeja del mozo, corrió la silla hacia atrás. Al ponerse de pie, acomodó con un dedo los lentes sobre su nariz, se puso el saco.
Miró una vez mas la mesa. Había escrito su nombre con la azúcar. Pasó la mano rápidamente lo borró.
- por suerte ya no llueve.- le dijo un hombre al llegar a la puerta el cual no se decidía a salir o a entrar.
- Sí…es una suerte- le respondió.
- De seguro hoy será un buen día.
Lo miró a los ojos es que no lo había hecho antes.
- así es. De seguro que hoy será un buen día.
Cerró su saco todo lo que puedo, abrió la puerta y se marcho.
Ya estaba amaneciendo.

MARISOL

A TI TE ESTOY HABLANDO

LO DESEOS
¡Qué crees!
Hoy descubrí que las estrellas conceden deseos
Les pedí encontrarte y mira…aquí estas.

Esta mañana supe que el sol siempre brilla.
Aunque las nubes grises lo cubren
Y llora el cielo con su lluvia.
Es que hoy te vi
Y fue tu mirada mi calor.
Tu cuerpo mi inspiración y tu sonrisa mi ilusión




PALABRAS.
Pensando en que llegabas en que estabas.
Estar a mi lado una noche, un día, un mes, por la eternidad.
Eternidad, por siempre, para siempre.
Una vez más, soñar, esperar anhelar, buscar, amar.
A alguien, a ti…mi amor. Mi ser, mi señor, mi vida, sentir.
Ser feliz si vives, junto a mí.

PERDER EN EL AMOR

Escuche decir que nada duele más, que amar.
Y aprendí que no hay nada mas hermoso que poderse entregar.
y entre el dolor y lo hermoso.
Prefiero el hermoso dolor que causa el amor.

Me dijeron
Que no hay tristeza más grande que ver partir
A quien tanto se amó.
Y supe…que no hay dicha más grande
Que la de decir “te amo”.
Y entre la tristeza de un amor que se va
Y el alivio que causa el poder amar.
Prefiero la tristeza de un “te amo”
A el vacío de jamás haberlo encontrado.

LOS ESPEJISMOS DEL QUERER

Es uno de esos días en donde la paz es valorada y apreciada.
Como siempre no pienso mucho en el mañana, gran error lo sé.
Pero bueno así soy. Los sueños suelen escapárseme de las manos…los veo remontarse como barriletes y alejarse como nubes arrastradas por el viento.
Si estiro mis manos, hasta que estas me duelan aún así no logro alcanzar mis estrellas.




* QUISIERA*
Quisiera encontrar el regalo que logre conmoverte.
Ese que te haga comprender de verdad cuanto te amo.
Que vuelva tu vista a mí y solo conmigo desees estar.
Quisiera hallar, las palabras exactas
Para que al salir de mi boca estremecieran tu corazón.
Y lograrán así, poco a poco hacerme un lugar en él.
Quisiera acariciarte,
con esa caricia que consiguiera estremecer tu piel
como nadie mas lo hizo antes, como nadie mas lo hará después.
Lograr así
Que tu cuerpo se convirtiera en uno con el mío.
Quisiera encontrar ese lugar cálido
en el cual protegerte y permanecer así.
Y entender mientras dura este sueño.
Que solo en mi destino estas vos,
que solo en tu destino estoy yo.



* Espejismos *
A lo lejos escucho un murmullo.
Es tu voz.
Creo me llamas.
Me pides que corra hasta ti.
Con la luz tenue de la luna
distingo entre las sombras una figura
siente mi ser, que eres tú.
Veo.
Me haces señas.
Deseas que llegue a donde estas.
Entre la soledad de la noche.
Siento unas caricias.
Estremecen mi piel.
Una boca humedece mis labios que son invitados a responder.
Sé son tus besos.
Y entonces,
Quiero correr hacia ti.
Llegar a donde estas responder a tus caricias
Con la ternura de mi cuerpo
Y a tus besos con la pasión de mi boca.
Pero es entonces…cuando te busco.
Que el día te arrebata de mis sueños y me deja sin nada.
Y maldigo el sol, y maldigo el día.
Y te maldigo, por no llegar a mi.