CARTA IV

Hola amor…

¿Cómo explicarte la falta que me haces estos días?
Me pregunto si te pasa igual, si sientes esa incomodidad en tus días sin saber que hacer. Un vació que no te permite dormir por las noches, y hace que te sientas ausente cuando la luz del sol brilla.
Es difícil creer que por fin un día estarás frente a mí. No quiero decir que ya no te espere o que dude de que sigas en algún lugar de este inmenso universo esperandome. Te busco como sé me buscas, y aún sin conocerte te amo, como me amas. Y una de las cosas que mas deseo es sentirme en tus brazos, acariciar tu piel, besar tu boca, hacer el amor. Tal vez como la puesta del sol, solo aparezcas por un segundo en mi vida o permanezcas constante como olas en un mar tormentoso. Eres mi quimera.
Sé que solo debo esperarte, buscarte ya que tan solo tú eres esa otra mitad de esta pieza única de la que ambos somos parte. El camino es tan largo que estoy segura te confundirás como lo he hecho yo, pensarás que habrás encontrado lo que tanto has soñado. Como te aseguro me ha pasado. He creído que tú, amor mío, por fin habías llegado. Pero ha sido por un breve tiempo, se siente perfecto cuando crees que eso con lo que habías soñado por fin llega a tu puerta, te sientes feliz, completo, realizado, crees que el cielo ha sido alcanzado. Lamentablemente cuando te das cuenta de tu error es tarde, por que han roto tu corazón y dejan huellas cada vez más profundas. El dolor te deja en un lugar profundo, oscuro. Pero la serenidad regresa, por que aunque digan lo contrario el corazón jamás se equivoca. Y sabrá reconocer a esa parte de sí mismo. Mi alma te siente, sabe de tu dolor, de tu soledad.
Te esperaré, llegaré al punto en que no me importará lo que el mundo piense por no conformarme con mitigar mi soledad. No escogeré con la cabeza lo que sé debe decidir el corazón.
Me duele tu tardanza, pero sé que la mayor recompensa para mí ser, será el sentirme amada por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario