CARTA V

Hola amor...
Las tardes de domingo son extremadamente especiales en Uruguay, el sol de otoño parece calentar de una forma en que sus rayos se convierten en caricias. Los chiquilines se encuentran en las plazas con las pelotas en los pies y un termo bajo el brazo. Los veteranos caminan de la mano y en las casas se puede ver el humo saliendo por sus chimeneas. Caminando por esas calles en donde se mezcla la arena y el pedregullo no pude evitar recordar todo lo que fui. Sentí mi alma desnuda, envuelta en el perfume de los Eucaliptos. Busque en la mirada de las gentes creí tal vez entendían lo que pensaba en ese momento y fue entonces que nuevamente, una más, te pensé…recordé
A los trece años dejaba mensajes en los libros. Aún a esa edad un poco precoz sentía en mí que había algo único en alguna parte del mundo, un ser maravilloso, que seguramente miraba el cielo nocturno con la misma añoranza con que yo lo hacía.Entonces decidí dejar notas para ti (quien debía comprenderlas). Tal vez haya otras personas que al igual que yo sueñan con ese alguien especial que los reconocerá solo con mirarlos o al escuchar su voz sin mediar palabra, se hallarán con esa alma perfecta que los complementará.
O quizá tan solo era demasiada mi soledad por lo que cree algo mayor que buscar, que esperar, que soñar. Por lo tanto solo te inventé en mi ser, te cree en mi mente y en realidad una quimera es tan solo lo que eres.
Han pasado tantos años ya. Y mírame, continúo escribiéndote, cada día voy al mar para arrojar botellas que llevan cartas dirigidas a quien sabe…
Aún suelo ver la luna esperando esa respuesta que no llega, espero que una estrella caiga y te traiga a mí.
Navego noche a noche buscando lo que tal vez no alcance, creando mundos donde las personas son amables donde estando contigo la vida es pequeña comparada con todo lo que deseo compartir junto a ti.
Te conviertes en cada uno de mis sueños en esa fuerza que me sostiene. Puedo reír si te imagino y camino triunfante si amaneces junto a mí. Sueño con el alma que complemente mi alma. Con la fuerza que corra junto a esas nubes en las cuales suelo volar, quien sepa cuando callar y solo acaricie mi rostro, que ría a mi lado y abrace mi cuerpo por las noches.
Busco…un recuerdo, una voz, una mirada. Espero una caricia, un silencio cómplice, un abrazo cuando tenga ganas de llorar. Una imagen a la cual admirar. Una piel que me enseñe ha amar. Como suelen decir, los sueños, sueños son y yo espero que tú te hagas realidad. No me preocupan ni reniego de esas heridas que la vida me causó, por que de ellas he aprendido quien soy. Suelo crecer en cada amanecer y permanezco de pie con la muerte de un nuevo sol. Espero no confundirme y que no me pierdan los espejos de colores…es que a veces se hace tan doloroso el silencio, es tan oscura la noche, que temo no poder esperar más. Pero aquí sigo, aguardándote junto a Morfeo, sabiendo que Hados no ha podido contra mí, y espero mi bien, no pueda contra ti…después de todo…tú sabes, aquí te espero…no tardes.

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