24/04/2012

Uno de éstos días
al intentar darme una caricia
verás que ya no me tienes a tu lado
y para lograr olvidar tanto amor que te di,
deberás volver a nacer.
Porque sigues viendo
la luz de esa estrella que dejó de existir,
mientras yo
me apago
en la soledad
de tu indiferencia.



¿Les ha pasado estar en esas situaciones donde van avanzando, dando un paso tras otro y todo en ustedes les decía “¡peligro no avanzar!”?... ¿Y qué fue lo que hicimos? justo eso que nuestro cuerpo nos gritaba no hacer…avanzamos. Hacemos eso que sabíamos estaría mal, nos traería problema o nos haría saber verdades que preferiríamos ignorar. Locuras inexplicables, como creer en alguien cuando todo d...entro de nosotros nos dice que no debemos hacerlo. Amar con todo el corazón, cuando nuestra mente nos grita ¡PELIGRO…PELIGRO! ¿Por qué hacemos tales cosas? ¿Por qué le decimos a alguien “te necesito”, si sabemos no es capas de comprender la magnitud de tal palabra, suplica, ruego, desnudes espiritual? Sí. Porque es eso lo que hacemos cuando exponemos nuestras necesidades ante otro, cuando entregamos nuestro corazón sin reservas, cuando nos entregamos en cuerpo y alma. Nos desnudamos, de una manera que solo un alma digna o una mente sobresaliente es capas de entender. Pero son pocos los que comprenden la entrega o la simple diferencia entre querer y amar.
Creo que los seres humanos vemos el fuego y corremos hacía él, por que además de ser peligroso, nos abriga, nos da seguridad y aleja los temores de la noche obscura. Tal vez corremos hacía eso que (que al igual que el fuego) nos da consuelo y al mismo tiempo hace daño. Necesitamos del primero pero el segundo, es parte inexorable de él. No puede evitar ser como es. Así como nosotros no somos capaces de alejarnos de lo que nos hace daño, de aquellas personas que nos fallas sistemáticamente o que simplemente no han sabido valorar lo que con las manos extendidas y abiertas les supimos dar. A veces quizá no se pueda lograr encontrar quien tiene la razón, quien actuó bien o mal, o quien fue capas de hacer sufrir más al otro. Debemos entender que todos tenemos éste hermoso calidoscopio, por donde cada uno mira su propia vida y cada vida contiene una verdad. Ninguna persona es más o menos, solo tiene una diferente visión, una en la que el otro (y no uno) es el responsable de los daños causados a nuestra alma. Por lo mismo es importante no perder tiempo buscando culpables, pero sí es bueno alejarnos de lo que lastima, antes de que el daño, sea irreparable
.


No hay comentarios:

Publicar un comentario