Mis fuerzas, tus fuerzas

Envuelta en fango comienza a nacer una nueva luz. ¿O es que siempre ha estado ahí?
A veces olvido algunas cosas. Nombres, rostros, sensaciones, sentimientos. Otras olvido como se sentía hacer el amor con alguien que sepa tratarte con ternura. O por lo menos hacer el amor. O como deba llamarse. La piel suele perder la memoria mas rápido que mi mente en éste sentido. Y la rabia, la energía y la dicha que se libera al llegar al éxtasis, me es cada vez más difícil de recordar.
Resguardas el desgano entre sombras y oscuridad, finges una sonrisa, creas un idioma donde las palabras no digan lo que realmente deseas decir. Te imaginas con poderes, algunos sencillos tan solo son sanadores. Otras veces vienen a ti recuerdos que no esperabas, que creías olvidados pero están en alguna parte, ocultos, agazapados esperando el momento justo en que despiertes de tu desmayo para atormentarte. Pero no importa que estén en tu mente ya que es tu corazón lo que le da vida a todo tu ser. Y sabes que en él solo se hallan las visiones de ensoñaciones encantadas, mágicas, únicas en verdad. Intentamos tener orgullo, ser libres. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste con todas las ganas de tu alma? Comprendemos entonces, que jamás seremos libres, que nacemos dentro de un sistema que solo nos aprisiona. Nos hace crecer deseando obtener cosas que no necesitamos. ¿Para qué tener una vivienda con tres habitaciones si solo duermo en una? Corremos para alcanzar eso que dicen nos dará la felicidad y cuando llegamos a ello, nos percatamos que de tanto correr, dejamos detrás lo que nos haría dichosos.
Hacemos nuestras propias camas intentando encontrar con quien compartirlas, para descubrir, que estamos en ellas durmiendo solos. Nos invade la desazón, la angustia, arañamos nuestra piel, para lograr sentir, dolor, pero sentir. Algo que nos indique que ha valido la pena, luchar tanto, para obtener justo eso que no deseábamos.
Al final de nuestros días, tal vez, con suerte, descubramos que hemos soportado, por las fuerzas del otro, para intentar hacer de su vida algo mejor que la nuestra. Sin habernos dado cuenta que no podemos hacer feliz al otro, si no conseguimos primero nuestra propia y perfecta dicha. Debemos despertar y saber que no era mucho lo que soportábamos el día de ayer. Tal vez consiga llegar a un mañana. Cada día tiene nuevas y pesadas rocas que transportar. Aprender de lo vivido y experimentar de lo anhelado…parece ser el método más sencillo de ver de frente al sol. La rabia, la bronca, el enojo, la impotencia. Se borran, desaparecen, se extinguen, cuando hallas, quien te llena de ternura, te colma de amor, te embriaga de sonidos y luces. Es entonces que sabes, que si esta de pie junto a ti, soportarás otro día, y el siguiente a ese y todos los que vengan, porque ya encontraste lo que te complementa y simplemente te hace ser mejor …de lo que eras.

2 comentarios:

  1. A cada paso dado, se aligera el peso del futuro cuando se descarga en el pasado.

    Lindo BLOOG.

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  2. lindas palabras......gracias por compartirlas

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