Recuerdo cuando lo vi, sin pensarlo corrí
hacía él, desee abrazarlo, besarle, decirle que el tiempo no había hecho mella
en el amor que un día me hizo sentir... que todo estaba más fuerte y que sabía
a ciencia cierta que solo junto a él podría ser feliz. El viento acariciaba mi
rostro, mis pasos hacían que los latidos de mi corazón se aceleraran y mi boca
comenzó a cercarse. Fue cuando reparé en como ella lo acariciaba. Detuve mis
pasos en seco. Permanecí unos segundos inmóvil, luego retrocedí alejándome sin
mirar atrás. Supe con el paso del
tiempo, que aún estaba solo. Alguien me comentó que lo había visto aquel día
corriendo tras de mí.
Un cuento corto.
El cuento es corto- Dijo el creador- tú naces, creces, conoces a tu media naranja,
te enamoras y serán felices para siempre.
Lo que “a alguien” le falto relatar fue el medio… ¡vamos!
que cualquier niño de primaria sabría que todo buen cuento tiene, principio,
medio o desarrollo y luego sí… un final.
¿Qué pasa en el medio de nuestras vidas? Todo se complica
(supongo que así debe ser una buena trama) ¡¿Pero quién escribió una historia en dónde se regalan miradas a la
luna y sueños que no concluyen?!
Intentamos ser eternidad y poco a poco nos vamos
convirtiendo en torbellinos de mentiras y fingimientos. No creo que perdamos nuestro brillo a
sabiendas de lo que hacemos, es la vida que nos arrastra en un soplo en ésta,
que es nuestra historia. Nos convertimos en seres grises,sin conquistar “ese” gran
amor del cual crecimos escuchando, caminamos bajo la lluvia viendo como
nuestros ángeles pierden sus alas, distinguiendo entonces, sus muchos “desperfectos”
trasmutan en seres simples, tal como no queremos ver… somos nosotros.
Admiro a los participantes que comparten la hoja en éste
largo libro en que se convierte día a día mi vida. No los juzgo, intento ver
más allá de sus miradas y darme cuenta así, que son tan frágiles, como lo soy
yo.
El cuento no es corto ni mucho menos. Que alguien, o
algo, en maraña las historias y las complica demasiado, (más que novela de
televisión) eso está claro. Lo que me resulta más paradójico es que no buscamos
lo complicado, sino todo lo contrario, aquello que nos dé algo de paz, que nos
llene el alma de seguridad y de calor nuestros
cuerpos.
Personalmente, me
quedo atrapada intentando saber que pasará mañana. Pero no crea que todo es
tan fácil, que el malo es simplemente malo y el bueno es toda bondad. La
mayoría de nosotros vamos descubriendo (sobre todo con el paso de los años) que
no todo es blanco y negro… que mientras avanzamos descubrimos en nuestro
camino, una gama infinita de grises. Que el otro (al igual que yo) ríe, cuando
en realidad desea llorar. Que una sonrisa puede ser un gran alivio para el espíritu
que sufre, que un abrazo es el mejor regalo para quien está acompañado por la
soledad y que el otro (al igual que todos) solo busca su final feliz.
Lo soñado
Soñaba con escupir el dolor
con vomitar el dolor
pensaba en arrancarme el dolor
quitarlo a jirones de mi piel.
Sentía
sentir y olvidar
intentaba marchitarme hasta dejar de ser.
Dejar de ser
de pensar y sentir
intentar y lograr
buscar y querer
ser para estar
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