Mi querido y selénico amigo. Presencia frágil que hasta
el viento espanta.
Mi yo contemporáneo. El que todo lo sabe de mí, y aún
así, continúa mirándome.
El que actúa conforme a sus pensamientos y habla conforme
a lo que siente, y siente (según sé) a flor de piel, lo que la vida le coloca
en su camino.
No puedo recriminarte, esa última copa que todavía me
debes, o ese cuento que no acabas de terminar y por supuesto perdonado estás,
por esas historias que te has privado de narrar. ¿Cómo reprocharle algo a quien
tanto me dio, a quien tanto me enseñó? Imposible querido mío. Solo risas y
llanto y el llanto es más de alegría que las propias risas. Selénico y lunático
mío. Ayer cuando éste mundo apenas estaba en pañales y hoy cuando se terminan
las profecías pactadas desde tiempos del galimatías.
¡Soñar es tan fácil cuando andas junto a la sombra de
mi cuerpo!
No estás perdido lo sé, solo nos tomamos un descanso para
retomar nuestro andar, justo en el paso en que nos quedamos.
Un arcángel cubre la faz de tus sueños y los míos.
Escuchamos en la
noche risas estrepitosas, de demonios angelicales y ángeles que juegan a ser
demonios.
Son nuestros momentos y nuestras verdades las que navegan
por el universo tan impresas ya, que no hay quien las borre. Imágenes que
evocan nuestros corazones sedientos de esos desafíos que la mente y el alma en
junta, hacen nacer.
Al convertirnos en una sola persona, escapa el egoísmo de
nosotros, nos embriagamos así de libertad, para ser esos seres sin temores que
nacen bajo nuestra piel.
Peces que frágiles en el agua junto a las olas por el mar
se alejan, huyen tras sueños de paz, junto a onzas de amor, y llenos de una
incalculable salud. ¿Cómo agradecerles por vivir, si vivimos también?
Veo las imágenes tras la ventana de esa casa que se levanta
tras la lontananza, te distingo entre ellas, ríes como el rey de un castillo,
rodeado de las mariposas que viven eternamente. Pontointi no ha regresado, jamás lo ha hecho y
ni falta que hace. Entre selénicos se entienden y según sé, nadie mejor que él
para hacerte compañía, mientras regreso al seno de Abraham. Nite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario