Una
vez fue un buen hombre, fiel esposo, cariñoso padre, sincero amigo.
Una
vez (hace mucho ya) fue alguien que miraba el horizonte honestamente.
Cuyos
silencios significaban más que las palabras.
La
luna llenaba sus noches y la vida le era fácil y feliz.
Hoy
esa magia ha deasaparecido y ese hombre solo es una quimera.
Una
canción que no habla de amor, una vida
sin sentido.
Un
camino que conduce a ninguna parte, un adiós sin final.
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