El último momento
de una vida que pasa sin sentido.
Llena de
emociones que truncan los vaivenes
del tiempo restante de atardeceres sombríos
del tiempo restante de atardeceres sombríos
en que la lluvia
no calma el ardor de un solitario corazón.
Y las notas de esa
melodía,
que en la
antigüedad sonaba constante
en el sentir de tus
pensamientos idos a la nada,
donde el viento
es torbellino inconstante
y las horas meras
agujas, que solas avanzan.
¿Dónde hallarte si
ya no sé quien eres?
Dispongo mi
espíritu
a cruzarme en los
caminos truncados
de aquellas almas
que como yo,
vagan buscando un
lugar donde reposar.
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